Los techos verdes son fabulosos, pero escasea la investigación sobre la flora nativa apta para nuestras condiciones. Averiguarlo sería una gran ayuda. Una alumna de agronomía de la Universidad Católica junto a su profesor guía están efectuando interesantes ensayos.
Texto y fotos: Alejandro Pardo
Hasta el momento es escasa la investigación sobre techos
verdes en Chile. Techos verdes –o cubiertas vegetales- que implican una
tecnología muy distinta a un muro verde. Hay que imaginarse el peso de un techo
verde sobre el techo mismo del edificio o la casa. Mientras más profundo y
pesado sea el sustrato donde van las plantas, más cara se hace la construcción.
Y si consideramos el techo mojado por una lluvia fuerte, el peso –y el precio-
aumentan. Como referencia, un techo verde debe pesar menos de 200 kilos por m2:
200 kilos “saturado”, esto significa lleno de agua, que es cuando el cuerpo no
puede retener más del vital elemento, como le llaman al agua.
Por eso urgía investigar sobre este mercado que se ve primaveral
desde que aparecieron las primeras cubiertas vegetales en Chile los años 2007 y
2008. La gente quiere saber más; las inmobiliarias para hacer sus negocios, los
edificios corporativos para darle mejor calidad de vida a sus oficinas, las
municipalidades para sintonizar adoptando medidas inteligentes, y finalmente
las casas, para hermosearlas.
De estos temas nos sentamos a conversar con Fernanda Gómez,
alumna de la Facultad
de Agronomía e Ingeniería Forestal de la Universidad Católica,
y Eduardo Olate, su profesor guía y un evangelizador de la jardinería en Chile.
Ellos están haciendo una esclarecedora investigación sobre techos verdes. Están
averiguando qué plantas nativas –que estén domesticadas, o sea que se
encuentren en el mercado de los viveros- se adaptan mejor a las condiciones de
una cubierta vegetal.
El estudio partió en abril de 2011 y hasta ahora han logrado
identificar cuáles plantas de la selección se adecuaron mejor. Las conclusiones
hasta ahora son muy útiles, pero quedan preguntas importantes. Como por ejemplo
escalar el modelo, eso significa subirlo a la altura comparable de un edificio,
donde el viento juega un papel importante para la sobrevivencia de las
especies. Por eso Fernanda y Eduardo estiman que faltan al menos dos temporadas
de ensayos.
LA INVESTIGACIÓN ES TREMENDA
Se habla harto de flora nativa, y eso es bueno, pero
asociarla mediante una investigación a una tecnología novedosa como los techos
verdes, no sólo es sumamente racional y ahorrativo en recursos, sino que además
es un ondero. Y si eso ayuda a reivindicar nuestra aislada y abundante flora
nativa, es una buena noticia.
Fernanda Gómez y Eduardo Olate. |
“La curiosidad de la industria es altísima, considerando
que, y esto está demostrado, las áreas verdes están dentro de las inversiones
que más rentabilizan una propiedad, junto con las cocinas y los baños. Y esto
es así porque la mujer tiene mucha fuerza en la decisión de compra de una
propiedad, y para ella el jardín es importante”, explica Eduardo.
-¿Cuánto vale el m2
de las cubiertas vegetales que están ensayando?
-100 m2
más o menos, dependiendo de la profundidad del sustrato, del tipo de sustrato, y
de la cantidad de capas que tenga, así a grosso modo vale 9,5 millones. Eso da
alrededor de 100 mil pesos el metro cuadrado o 4,5 UF. Son 200 dólares el metro
cuadrado. El metro cuadrado de un departamento cuesta entre 28 y 35 UF el m2.
De un departamento, porque los m2 constructivos dependen de cómo es el proyecto.
Pero para una habitación, y dependiendo del sector, son entre 28 y 35 UF el m2.
Y en un edificio el valor del m2 de techo verde se diluye entre varios departamentos.
LOS ENSAYOS
Fernanda Gómez y Eduardo Olate trabajaron estrechamente con
el vivero Pumaduida, de Mónica Musalem. De allí sacaron las especies
viverizadas. “No son especies que recolectamos en la punta del cerro en
Farellones, sino que son especies que se pueden replicar porque están
disponibles en el mercado desde hace varios años”, razona Eduardo Olate.
“Y de estas especies escogimos las que creíamos que cumplían
con lo descrito en la literatura para estas condiciones raras de un techo verde
y de nuestro clima”, dice Fernanda.
-¿Cuáles son esas
características raras?
-Que crezcan con poco sustrato, el nuestro es de 8,5 centímetros de
profundidad; eficientes hídricamente, resistentes a la alta temperatura y alta
radiación, que soporten el viento y, dependiendo del objetivo del techo, que en
algunos casos sean capaces de autorreproducirse, lo que es generalmente una buena
cualidad. Que además tengan una rápida cobertura inicial: un jardinero en el
techo es más caro que un jardinero a ras de suelo. Entonces idealmente que
cubran rápido para que las malezas no tengan opción de salir rápido.
Eduardo: “Es importante el conocimiento que ha generado el
Vivero Pumahuida, que como socio partícipe de este proyecto ha sido mega
relevante. Todo lo que Pumahuida ha hecho en términos de conocimiento de las
especies es muy relevante, porque la literatura que existe sobre flora nativa es
de descripción botánica, pero no de descripción hortícola. En este sentido nos
basamos en la experiencia hortícola que tenía el vivero para escoger las
especies que estamos probando”.
-¿En qué está hoy la
evaluación?
Fernanda: Preliminarmente tenemos unas candidatas a reina.
Hemos probado plantas de sol y sombra. De sombra serían la Cotula Scariosa.
-¿Sombra por los
edificios que pudiera haber alrededor?
Eduardo: claro, son plantas de semisombra.
Fernanda: Y en sol tenemos la verbena (glandularia berterii),
nassella laevissima, Geum chiloensis, eryngium paniculatum (chupalla). Estas
son las más espectaculares: cobertura rápida, siempre bonitas, de fácil
mantención, siempre llenas de insectos benéficos. El azulillo, en cambio
(Pasithea coerulea), aparece y desaparece, entonces por harto tiempo no está y
queda el espacio pelado.
-¿Y estas especies
las encontramos en qué zonas de Chile?
Empresas participantes
“Es importante destacar de este trabajo conjunto de las
empresas que cada uno conoce muy bien su área. Las impermeabilizaciones de
Tremco, representado en Chile por productos Cave, funcionan aquí y en la China. Aquí entra Jiro Sone con
el sustrato, Pumahuida con sus plantas, Rain Bird con su riego subterráneo,
Wisecon con la medición de la humedad. Al final es el conjunto el que hace la
cubierta vegetal.
Olate: “Y participan de esto porque saben que hay una
demanda cierta. El interés por este tipo de cubiertas ha crecido de manera
exponencial. Los proyectos que hay no son muchos, precisamente por esto, porque
faltaban soluciones para un montón de problemas técnicos. Y los tipos de
clientes son variados: inmobiliarias, industrias, corporativos. La
certificación LEED ha sido uno de los principales promotores de esto porque
otorga muchos puntos”.
Otros beneficios
-Aislación acústica
-Aislación térmica
-Reducen efecto isla de calor
-Mejoran calidad visual
-Aumento de
áreas verdes totales por habitante
-Además es más barato para una ciudad mantener estos
jardines en el techo que una plaza.
-Retención de polvo en suspensión.
Escorrentía superficial
Un techo verde retiene la escorrentía superficial. Para las
primeras horas de lluvia es muy importante porque disminuye el caudal y llega
más lento al alcantarillado. En algunos países se pueden descontar impuestos
por esto, en Chile todavía no: las municipalidades de Providencia y Vitacura
están estudiando esto.
“Se produce un ahorro en el recambio del techo: el techo, en
vez de durarte 12 años te dura 25, 30 años”, explica Olate.
-¿Cómo?
-La cubierta de un edificio puede ser de asfalto, metal; y
ese material, por la radiación ultravioleta, por el calor y el frío, se va
desgastando, y llega un tiempo en que hay que cambiarle el techo al edificio.
Lo que es caro y produce basura. Entonces si tienes una cubierta vegetal las
plantas y el sustrato protegen al material que está debajo, por tanto dura
muchos años más.
Un asado en el techo
verde
La
Municipalidad de Providencia está revisando la ley que obliga
a tener un antejardín, analizando la posibilidad de reemplazar ese antejardín
por una cantidad determinada de cubierta vegetal. Si esta idea llega a buen
puerto, una empresa podría crecer más en construcción.
Olate: “La inmobiliaria puede construir más metros cuadrados”.
Ferrnanda: “Hay mejor calidad de vida. La gente de ese
edificio puede ir al techo verde a fumarse un cigarro, hacer un asado,
almorzar. Eso es ideal para oficinas, donde la gente incluso puede participar
en la plantación del jardín, lo que hace que se identifiquen con la empresa y
que haya un mejor clima laboral”.
Control biológico
Un techo verde es fuente de oxígeno y retención de carbono.
“Son corredores biológicos y eso es muy importante. Nosotros lo hemos
comprobado, sobre todo si se trata de plantas nativas, que son más visitadas
por insectos. En este caso más que corredores se llaman islas ecológicas. Hay
muchos depredadores que llegan a controlar plagas. Por ejemplo tuvimos un
ataque fuerte de pulgones y aumentó al tiro la población de chinitas de manera
inmensa. Los controlamos al final con un poco de aceite y sólo un par de veces
y listo. Aunque todavía estamos experimentando, las plagas hasta el momento han
sido mínimas, porque, salvo las plagas introducidas, todas las plagas normales
tienen su propio depredador que se multiplica cuando proliferan sus presas”,
explica Fernanda Gómez.