El actor Pablo Macaya y su jardín en la punta del cerro

Compró una parcela hace cuatro años en un monte cerca de Curacaví, camino a Valparaíso. Pero sólo hace unos meses le bajó la fiebre por las plantas. Y la vida le cambió. Sus próximos pasos son construir un estanque para poder regar mejor y sembrar un huerto. 

Texto: Alejandro Pardo

Fotos: Cristal Ferret

En enero pasado, cuando Energía & Jardines era todavía un avión sin alas, nos encontramos con Pablo Macaya, el actor de teleseries, en una feria de plantas en el Parque Bustamante. Ahí nos contó sobre su naciente entusiasmo por el jardín. Y nos reveló además un proverbio chino sobre el tema: “Si quieres ser feliz un día, emborráchate. Si quieres ser feliz un año, cásate. Si quieres ser feliz toda la vida, planta un jardín”.

Así que cuando al avión le salieron alas decidimos visitarlo en su parcela que queda en la punta del cerro. Camino a Valparaíso, cerca de Curacaví, hay un condominio de parcelas. Por un camino terroso, pedregoso y muy porfiado avanzamos unos 10 kilómetros monte arriba hasta que llegamos a su parcela de 6.000 metros cuadrados a unos 800 metros sobre el nivel del mar, y que en invierno usualmente amanece en la mitad de las nubes.  

Llegó aquí hace unos cuatro años. Los primeros tres años y medio hizo muy poco con su jardín, la plata escaseaba. Incluso mientras se construía la casa se quedó sin fondos, así que vivió como tres meses en una carpa aquí mismo. “Pero estos últimos seis meses me puse a poner plantitas. Pero cuesta porque es tiempo, plata y los malditos conejos, que se comen todo Yo al principio los quería, uy, qué bonito el conejo. Y ahora…”.

-¿Por qué te viniste tan lejos?

-Venirme para acá fue porque carreteaba mucho en Santiago. Y me dije mejor voy a vivir más tranquilo. Un amigo me trajo acá, esa casa de allá es de él. Y me iluminé. Al principio no tenía interés en plantar nada. Pero ahora último las cosas han cambiado. Allá arriba mi amigo tiene un jardín super bonito. Además tienen mucha agua. Tienen dos pozos y un estanque como de 10 mil litros. Y yo no tengo estanque, tengo que hacer uno. Sólo saco agua del pozo.

-Tienes sólo plantas ornamentales, no huerto.

-No he puesto huerto, pero ya lo haré. Esta es una camelia, ahí había otra, pero los conejos… Ahí había un magnolio: los conejos. Este es un rododendro. Bueno, uno de los perros también se comía las plantas pero ahora ya cachó y no se los come. Este es un boldo. Este es un litre, que le estoy poniendo un jazmín para que lo cubra un poco. Este es un peumo. El peumo lo encuentro lo más bonito que hay. Este es un quillay. Este también es boldo. Esos dos son aromos. Les va bien a esos aromos. Tengo que arreglarlos, hacerles una tacita, porque llegué y los puse no más. Pese a eso están super bien. Este es un belloto. Estas son buganvilias, pero les cuesta crecer. A este laurel en flor se le cayeron todas las hojas por falta de agua. La plaga de los conejos y el agua son los problemas aquí.

Para remediar la plaga de los conejos enrejó varias de las especies, especialmente las recién plantadas. Para el problema del agua trasladó su punto de captación del agua desde un pozo de 22 metros de profundidad, que al final fue un fiasco, a uno de 15 metros de profundidad, que ha sido mucho más útil. Pero está convencido que el próximo paso es construir un estanque.

Además cercó un sector dentro del jardín para protegerlo de conejos y de sus propios perros. Es un vergel dentro del jardín: hay una hamaca, una parrilla, es óptimo para los almuerzos de verano, para la cháchara alegre, y perfecto para poner las especies más delicadas.

-¿Cómo fue esa transformación de no hacer nada con las plantas a trabajar con ellas?

Limón.

-Yo soy un tipo super ansioso y con las plantas entras en otro ritmo. Es como una terapia para mí. Pones la planta, se demora, hay que cuidarla. Y les tomas cariño: cuando sale una florcita, cuando crece, cuando se recupera. Hay plantas que son de una lentitud, de una lentitud, de una lentitud… cuando me doy cuenta de que creció otro poquito, uno lo valora. Cuando me vine a vivir acá dije la naturaleza es la solución. Y es verdad. Acá llueve mucho más fuerte, hace mucho más frío, hace mucho más calor. Pronto este cerro donde vivo amanecerá todos los días tapado, amaneces dentro de la nube. Todo eso hace muy bien. Así fue como me pasé a la artesanía de cuidar plantas. Aprendes algo que no sabes. Uno es torpe. Por ejemplo yo llegaba, hacía los hoyos y las ponía. Esos liquidámbar los puse en unos hoyos, les eché un poco de tierra y listo. Y no. Hay que hacer una taza grande, hay que poner mucha tierra de hoja, echarle urea o salitre. Yo miraba a mi vecino y me preguntaba por qué le salían tan bonitas las plantas. Ahora en invierno las voy a arreglar, voy a hacerles una buena taza, con harta tierra de hoja.

Lavanda.

-¿Cuánto tiempo le dedicas al jardín?

-Por lo menos una hora regando todos los días. Más ciertas tareas como podar, enrejar: será hora y media, dos horas.

-O sea hay varios días en que pasas acá.

-Sí. El jueves voy a Santiago, tengo función. Estoy en una obra que se llama Canario, en el Teatro Mori de Bellavista. Ahora estoy trabajando en el canal 13, en una teleserie nocturna. No se sabe cuándo saldrá al aire.

-¿Y cuáles son tus planes siguientes en la parcela?

Laurel en flor.

-Ahí donde está ese cerro irá un huerto. Voy a cerrar. Voy a preparar la tierra, limpiarla, poner tierra de hoja. Así que por septiembre plantaré. Pero por problemas de agua pienso no poner tantas cosas para no tener problemas.

-¿Cómo ha sido la situación del agua los últimos años?

-El primero, el 2007, fue super lluvioso. Teníamos 6 mil litros en el pozo. Y fue un año helado. Incluso nevó dos veces acá. El 2008 menos, el 2009 fue el peor. Además que llovió muy pocos días, el año pasado llovió poco pero más repartido.

Crespón.

-¿Has pensado en alguna tecnología energética?

-Sí, paneles fotovoltaicos. Además le compramos luz a una empresa y es super cara.

-¿Finalmente, algún consejo para nuestros telespectadores?

-Paciencia no más. Si uno tuviera mucha plata y contratara a alguien y le dijera “ya, póngame un jardín acá”: pero eso no tiene mucha gracia. La gracia es ir haciéndolo uno y así aprender.

Post Data: Cuando este número de la revista estaba a punto de cerrarse, un mes y medio después de la visita a su parcela, nos volvimos a encontrar con Pablo Macaya, esta vez en un restorán a la hora de almuerzo. Con entusiasmo como siempre, nos contó: “Está super cambiado mi jardín. He puesto más plantas, y está super bonito. Por si quieren ir a sacarle más fotos”. No faltarán las oportunidades para retratar la interesante evolución de su jardín, y de él mismo, buscando ser feliz toda la vida como dice el proverbio chino.    

Las especies de su jardín

Peumo

Laurel en flor

Pimientos

Boldos

Quillay

Liquidámbar

Litre

Limón

Crespones

Lavanda

Rayitos de sol

Naranjo

Maitén

Maqui

Camelias

Rododendros

Corona del Inca

Buganvilia

Aromos

Belloto

Animales e insectos de la zona

En la zona donde vive Pablo Macaya “hay Zancudos pero pocos. Arañas de todo tipo, de rincón, pollito. Hay unos moscos enormes”.

-¿Qué otros animales por aquí?

-De repente andan zorros, pero ahora con los perros se ven menos. Se ven en invierno incluso un poco más abajo. Y cururos, chinchillas. El cururo es como un ratón, pero no es asqueroso como el ratón, tiene paletas como los conejos, y funciona con túneles, y por debajo se come las raíces. Son dañinos. Y chinchillas que son como los ratones, pero más bonitos. Y mucho pájaro, aguiluchos grandes. Y aquí quiero hacer una pajarera.