Thomas Alva Edison: "El genio es un 1% de inspiración y un 99% de transpiración"

Edison al medio, Ford a la izquierda y Firestone a la derecha.

Una reseña sobre Thomas Alva Edison. Su invento más famoso fue la ampolleta incandescente.

Qué se discutía en la época sobre la energía: en 1913 la revista Scientific American hizo un especial sobre energía. Un extracto: “La cuestión del posible agotamiento de las reservas mundiales de petróleo merece la más seria atención. Hay muchos indicadores de que enfrentamos una posibilidad como esa”. Paralelamente se conversaba harto sobre cómo procesar la energía solar, eólica, mareomotriz, incluso de la rotación de la tierra. 

La casa “verde” que diseñó: la presentó en 1912 en Nueva Jersey y se llamó “la Residencia Suburbana del Siglo XX”. Lucía lujos como un sistema para calentar aire y otro para enfriarlo, una lavadora de ropa, una cocina eléctrica, y por supuesto muchas unidades de su invento más famoso: la ampolleta incandescente. La casa tenía su propio sistema de generación eléctrica. En el sótano de la casa había un generador que cargaba una batería. Para hacerla funcionar usó un motor a petróleo, pero consta que planificaba que la generación fuera con un aerogenerador, o molino de viento como se le conocía antiguamente.

Cómo veían a Edison en la época: el New York Times de la época decía que con la casa autosuficiente un propietario “podría independizarse para siempre de las grandes empresas eléctricas”.

 

Foto de 1897 en una exposición en Tennessee: el nuevo mundo de la electricidad.

 Electricidad para todos: la primera casa alimentada con energía eólica había sido diseñada en 1888 por el inventor Charles Brush. Pero lo que Edison quería en realidad era que el acceso a esa tecnología fuera masivo.

Un campesino con luz eléctrica: En 1901 el diario The Atlanta Constitution escribió sobre esta idea de Edison de masificar el método: “Con un molino de viento conectado a un generador eléctrico, un habitante rural del interior podría almacenar suficiente corriente para alumbrar su noche”.

Creó autos eléctricos: hizo experimentos consiguiendo alimentar automóviles y tractores con sus baterías. Luego unió fuerzas con Henry Ford para desarrollar un automóvil eléctrico que fuera accesible y “democrático” como el Ford T. Autos que funcionarían con sus baterías también.

La primera ampolleta incandescente de Edison. Crédito: Alkivar

Buen comerciante: él sabía que si más gente tenía acceso autónomo a la electricidad, más de sus baterías, ampolletas y fonógrafos vendería.

Peligroso para la industria de los combustibles baratos: las grandes compañías, que batallaban por controlar el naciente sector energético, veían en esta autogeneración una amenaza. Las ganancias de estas empresas dependían de que la electricidad fuera generada en centrales operadas con combustibles fósiles, por entonces muy baratos.    

Enérgico-renovable: en 1931, el año que murió, Edison les hizo ver a sus amigos Henry Ford y Harvey Firestone lo siguiente: “Yo pondría todo mi dinero en el sol y la energía solar. ¡Qué fuente de poder! Espero que no tengamos que esperar hasta que el petróleo y el carbón se agoten para hacer algo”. 

Al final… ni su auto eléctrico, ni su método de generación eléctrica con molinos de viento en la propia casa, llegaron al mercado.