La mayoría de los dueños de piscinas sufren más de lo aconsejable por no informarse bien. Lo importante es cuidar el agua: así ayudará al planeta y también a su bolsillo.
Texto: Rodrigo Villa
Generalmente llega en un papelito blanco con fondo azul.
Contiene unos números indescifrables, como metros cúbicos, y una gran certeza
al final: la cantidad de dinero que todos los meses debe pagar por su consumo
de agua.
Pero si usted es de los afortunados que tiene una piscina en
su casa, ese número final puede ser aterrador.
Como le ocurrió a Francia Martínez, dueña desde hace poco
más de un mes de una cómoda piscina de fibra de vidrio enterrada en el suelo,
de 6 metros
de largo por 3 de ancho y 1,5 de profundidad.
Las ganas que tenía de conseguir su propia piscina se le
ahogaron un poco cuando llegó la primera cuenta de agua. “La abrí y me di
cuenta de que había subido al doble. De unos 23 mil pesos subió a poco más de
45 mil pesos. Igual es fuerte pero es un gasto esperado cuando uno pone una
piscina”, explica.
Pero la cuenta de este refrescante adminículo está lejos de
terminar para Francia. Para cuidar el agua debe utilizar un clorador automático,
que va liberando de a poco el cloro, y un alguicida, más un control de ph del
agua, todo lo cual le significa desembolsar 10 mil pesos.
Y todavía falta la cuenta de la luz. ¿Por qué? Porque el
filtro de la piscina funciona con una bomba eléctrica que hace circular el
agua, y que debe funcionar en promedio unas tres horas diarias en una piscina
de ese tamaño, que contiene 18 mil metros cúbicos. Eso suma unos 10 mil pesos
extra en el gasto de energía eléctrica.
“Si uno va sumando, al final gasta entre 43 mil y cincuenta
mil pesos”, advierte Francia, lo que para mucha gente es un gasto marginal si
se considera la diversión y el refresco que implica una piscina para una
familia, especialmente si es numerosa como la de Francia, que si fuera con sus
tres hijos y su marido a una piscina pública, debería desembolsar sólo en
entradas sobre los 20 mil pesos por el grupo cada vez que asiste.
Ahora, si bien la piscina puede generar beneficios en
confort durante la temporada estival, mucha gente no considera los gastos que
implica en el año, durante unos largos 7 u 8 meses en que no se utiliza y que
necesita mantención.
“La piscina como la mía no puede estar sin agua, por lo que
debes hacerle una mantención semanal en el resto del año. Es un gasto que
todavía no dimensionamos”, explica esta productora que vive en Ñuñoa.
Para ayudarla en sus cálculos, le advertiremos que una
mantención estándar, que incluye revisión del ph, cloración y limpieza del
fondo cuesta unos 30 mil pesos mensuales, además del uso de la bomba del
filtro, que es menos intenso que en el verano, y el relleno de la piscina
también es menor porque se pierde menos agua porque nadie se baña y hay menor
evaporación...
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