Créditos de foto: Ana María Bernal |
La suscriptora Ana María Bernal nos escribió esta carta para mostrarnos su preocupación por lo que vio en el norte.
"Los
días 1º y 2 del mes en curso visité el Desierto Florido en distintos lugares de
las comunas de Freirina y Huasco. Disfruté de esta maravilla de la naturaleza
admirando tantas especies endémicas con sus hermosos coloridos y formas,
algunas ya conocidas y otras que veía por primera vez. Es el cuarto desierto
florido que he visitado (dos en Copiapó y dos en Vallenar).
Me
llamó la atención que hay sectores en que sobre estos jardines naturales tan
bellos hay seres humanos que no tienen conciencia ecológica y que van a
depositar toda clase de basura, además de hacer picnic, entre ellos, la Quebrada de los Burros,
en que florecen muchas variedades que en otros lugares no se encuentran. Pero
lo que más me preocupó fue ver en el sector de la Aguada de Tongoy hacia el
interior, cierros y puertas que aún no
tienen candados. Entonces pregunté al guía turístico por ello. Me manifestó que
existe el proyecto de Termoeléctrica Punta Alcalde de la empresa trasnacional
ENDESA y que las cenizas del carbón quemado lo van a depositar sobre una zona
en que cuando el desierto florece lo hacen las rhodophialas blancas y rosadas
(conocidas popularmente como añañucas), zephyra elegans, celestinas,
alstroemerias, lirios y otras. Estos nombres científicos me los enseñó el guía,
yo sólo conozco los nombres comunes. Creo que, de ser factible la realización
de este proyecto por la transnacional mencionada, me recuerda parte de la letra
de nuestro himno nacional que dice: “Y tu campo de flores bordado es la copia
feliz del Edén”. Me preocupan las consecuencias nefastas para el desierto
florido en esa zona, pues van a ser sepultadas las especies antes citadas. Y en
nuestro país debe haber otros sectores en que la instalación de una empresa de
esa categoría, con su central de acopio de desechos, no afecte tanto como es
donde florece el desierto, ni tampoco a otros sectores de flora y fauna y vida
humana.
Pido
disculpas por distraer vuestra atención y finalizo este mensaje declarando que
la floración del desierto es un milagro de la naturaleza que se debe preservar
para que las futuras generaciones lo puedan vivir y admirar. Este paisaje único
es un recurso que constituye patrimonio".
Cordialmente,
les saluda
Ana
María Bernal D.
Valparaíso