Lombriz roja californiana en acción. |
Texto y fotos: Paola Santoro, directora de Mimba Compost
¿Cuánto revolver?
No hay una receta para esto, pero el objetivo es que se mantengan la humedad y la oxigenación homogéneas, y que no se compacte la mezcla.
Hay quienes hacen compost sin revolver nunca, pero el proceso es más lento y poco adecuado para una casa o departamento en una ciudad como las nuestras. Nosotros recomendamos revolver una o dos veces por semana si la compostera es fácil de manejar y está cerca de la casa; si hablamos de un cajón grande será más difícil, pero en general cuanto más revolvemos más rápido se degradan los residuos.
Una humedad correcta deja el compost así. |
¿Cuál es la humedad correcta?
Para verificar la humedad toma un puñado de compost y apriétalo en tu puño. Idealmente tiene que escurrir una gota de agua, sólo una, y al abrir la mano debe mantenerse el bolo sin desgranarse. Si escurre más agua es que está muy húmedo y si se desarma al abrir la mano es porque está muy seco. Si el material se seca, el proceso de degradación se detiene, pero basta humedecerlo para que las bacterias lo colonicen de nuevo y todo siga andando como antes. Si está demasiado húmedo, las bacterias aeróbicas serán desplazadas por bacterias anaeróbicas, que viven sin oxígeno y producen el mal olor en el compost. Bastará agregar un ingrediente café que absorba el exceso de humedad y revolverlo para incorporar oxígeno de nuevo.Se puede composterar en cajones también. |
Ingredientes
Existen básicamente tres grandes grupos de ingredientes que podemos compostar: los aceleradores, los verdes y los cafés. Lo ideal es que la mezcla contenga de los tres, siempre considerando que el nitrógeno en exceso produce mal olor y que el carbono en exceso produce un compost de menor calidad, por eso la importancia del equilibrio entre los elementos.
Aceleradores, muy altos en nitrógeno: guano de aves, algas marinas, orina, césped recién cortado.
Verdes, altos en nitrógeno: restos de verduras y hortalizas de la cocina, hojas verdes, cáscaras de fruta, restos de café y de té, flores marchitas, despuntes frescos, guano de caballo o vacuno, pan remojado, servilletas y toalla de papel.
Café, altos en carbono: son en general derivados de la madera, hojas secas, cuescos, cartones, aserrín, corontas de choclo, podas gruesas, palitos de fósforos o de helados.
Huerto trabajado con compost. |
Agregamos lombrices
Cuando ya conocemos bien el proceso y no fallamos en el control de la humedad ni en la oxigenación, podemos agregar lombrices a nuestro compost para transformarlo en lo que conocemos como humus.
Hablamos de la lombriz roja californiana (Eisenia foetida), maravilloso animalito que se alimenta de los residuos orgánicos descompuestos y defeca humus, consumiendo diariamente el equivalente a su propio peso.
La lombriz roja californiana puede vivir en cautiverio hasta 16 años, duplicando su población cada tres meses aproximadamente, con una gran capacidad para vivir hacinada. Trabaja sin parar día y noche y no transmite enfermedades ni se enferma nunca.
La lombriz roja californiana es fotosensible, no tolera la luz del sol, por lo que es imprescindible que nuestra compostera tenga una buena tapa que también la protegerá de la lluvia, ya que ella no es un animal acuático y necesita respiar, el agua en exceso la puede matar.
No tiene mandíbula, se alimenta por succión, por lo que nuestro compost tiene que tener la humedad suficiente para permitírselo. Comen básicamente los mismos ingredientes que mencionamos anteriormente, residuos vegetales, papeles y cartones, guanos, pero todo descompuesto y húmedo.
También es termolábil, es decir que no tolera las altas temperaturas. Para trabajar con lombrices lo recomendable es tener una compostera con divisiones, ya sea en sentido vertical como la Kamba, o en sentido horizontal, como en un cajón de madera con una división permeable al medio. Lo ideal es que las lombrices puedan alimentarse de los residuos ya descompuestos (compost) en una sección de la compostera, mientras nosotros seguimos depositando los residuos frescos en otra sección, para evitar que sufran en la etapa de alta temperatura con los residuos frescos. Además hay que recordar que ellas no consumen residuos frescos, sino que en descomposición.
Harneando el compost. |
El humus
Es un extraordinario fertilizante natural que aporta todos los nutrientes que necesita una planta. Podemos decir que es un abono vivo, ya que también incorpora una gran flora micro bacteriana que fomenta la actividad biológica del suelo y, al igual que el compost, mejora la estructura física del suelo y con ello la retención de humedad y la absorción de nutrientes por las raíces de las plantas.
¿Cuándo estará listo?
Si no cometemos errores en el proceso, tendremos compost o humus en tres a cuatro meses en verano, un poco más de tiempo en invierno. Y si cometemos errores, no importa, el proceso será un poco más lento, iremos aprendiendo y la próxima vez irá mucho mejor.
Imagen de una compostera Mamma, la más grande. |
Las lombrices no lo hacen necesariamente más rápido, pero sí hacen todo el proceso más amable, con menos olor y con menos necesidad de revolver.
Para cosechar el compost te recomendamos harnear para separar aquellos residuos que no se descompusieron totalmente y volver a integrarlos a la compostera.
Reciclar los residuos orgánicos de la casa es fácil, hace bien al planeta, a tu entorno y a ti mismo. Pero sobre todo, es un acto de responsabilidad necesario, cada vez más necesario.
Advertencia: cuando cosechas tu primer compost, te haces adicto.
lindisimo articulo sandra desde uruguay
ResponderEliminarGracias Sandra, saludos desde Chile
Eliminar