Esta es la meta. |
En esta primera entrega les explicamos qué es y cómo prepararlo. Y les damos dos consejos clave: uno, oxigénelo revolviéndolo, y dos, tenga paciencia.
TEXTO: Paola Santoro, directora de Mimba Compost
1) Compost: el reciclaje con tus propias manos
Hay pocas cosas más “cariñosas” con tu jardín y con el medio ambiente que compostar tus residuos orgánicos en casa; aun así, esta práctica en nuestro país está lejos de ser masiva. Probablemente la cultura de lo inmediato conspira contra el compostaje, que si bien es infalible, requiere de un solo ingrediente secreto: paciencia.
El compost es una inyección de fuerza para las plantras. |
Mi amiga Claudia se decidió por fin y compró una compostera. Vive en un departamento y eligió una Kamba, la compostera de greda. Compró también una herramienta para revolver y guantes de jardín. La verdad, estaba feliz cuando la recibió. Todo bien, pero al cabo de tres semanas cuando le pregunté cómo iba, si iba a estar bien con el volumen de la compostera, me confesó un poco avergonzada que no había empezado y que no estaba segura de cómo hacerlo.
Acopio de residuos del jardín o material “café”. |
2) A muchas personas les da miedo el compostaje
El compost es más antiguo que el hilo negro. Antes de nosotros estaba la naturaleza, que todo lo recicla. La gran diferencia puede estar en que si compostamos nuestros residuos en casa tendremos un producto maravilloso, muchas veces llamado “oro negro”, y que podremos aprovechar en nuestro propio huerto o jardín. Nuestras plantas estarán agradecidas y de pasadita habremos reducido el volumen de nuestra basura al menos en un 50%.
3) ¿Qué es el compost?
Es el resultado de la degradación controlada de los residuos vegetales del jardín y de la cocina. El producto es un sustrato orgánico, oscuro, granuloso, que enriquece el suelo y nutre las plantas. Tiene características biológicas, físicas y químicas que lo convierten en un excelente mejorador de suelos. Además es un paso importante en la reducción del volumen de basura que va a los vertederos y es un camino para reducir el calentamiento global, ya que los residuos orgánicos que son arrojados a los vertederos son los responsables del gas metano, uno de los principales gases causantes del cambio climático.
En la naturaleza, el compostaje se produce cuando las hojas se acumulan en el suelo de los bosques alternándose con frutos y material verde. Después de un tiempo, los nutrientes del material descompuesto son absorbidos por las raíces de las plantas.
Restos de la cocina o material “verde”. |
4) ¿Cómo se produce el compost?
Revolviéndolo, el compost se oxigena y neutraliza los hedores. |
En el proceso de degradación participan millones de microorganismos: hongos, enzimas y principalmente bacterias. Para degradar los residuos las bacterias requieren de energía y “alimentos”. La energía la toman, al igual que los seres humanos, del carbono: materiales secos, absorbentes y generalmente de color café, como el aserrín, papel, hojas secas, cartón y cartulina. Y luego, para trabajar, los microorganismos se alimentan de nitrógeno, que obtienen de los materiales frescos y verdes. Los “verdes” tienen mucha agua y mucho nitrógeno, el nitrógeno hace que la degradación se acelere y los ingredientes “café”, a la vez, compensan con carbono para que el proceso sea equilibrado, absorbiendo el exceso de agua, permitiendo el paso del oxígeno y, por lo tanto, disminuyendo los malos olores.
Durante el proceso se producen notables variaciones de temperatura generada por las bacterias en su trabajo. Al inicio, si la mezcla de ingredientes y elementos es la correcta, el compost podría subir de temperatura alcanzando hasta 70ºC. Más calor que esto es perjudicial y hay que evitarlo humedeciendo y/o revolviendo. Luego del calor la temperatura irá descendiendo lentamente para permanecer un largo tiempo frío, período al que se llama “de maduración”. El calor es una buena señal de que estamos haciendo las cosas bien, aunque en composteras de mediano o pequeño volumen es difícil que suba mucho la temperatura, sobre todo en invierno.
O sea, el secreto es el equilibrio entre los elementos: Nitrógneo – Carbono – Agua – Aire.
Hay que humedecerlo cuando se encuentre muy seco. |
5) Compost en casa y departamento
Es importante NO enterrar los residuos en un hoyo, ya bajo tierra difícilmente habrá oxígeno suficiente y el proceso será muy lento. Podemos comprar una compostera comercial con buena ventilación, ojalá fabricada con un material poroso como greda o madera, o hacer una con pallets de madera y/o malla de gallinero, por ejemplo. Es importante considerar quién hará la mantención de nuestro compost, ya que será necesario revolver el contenido para permitir la oxigenación, y a mayor volumen mayor dificultad para revolver.
También tenemos que conocer de antemano cuáles son los residuos que vamos a reciclar. Si tenemos una familia de tres personas con una dieta mixta, que vive en un departamento con terraza y algunas plantas en macetero, la compostera debe ser más bien pequeña y fácil de utilizar. Distinto si estamos en una parcela con un gran jardín, o en medio de una familia numerosa que se alimenta básicamente de vegetales. Si tenemos suficiente espacio y muchos residuos podemos tener una compostera de mediano volumen cerca de la cocina y un cajón de pallets para los residuos del jardín exclusivamente, ya que los residuos de madera del jardín se descomponen más lentamente que los residuos frescos de la cocina. De esta manera los trataremos por separado.
Los residuos frescos se van agregando a medida que se producen, ojalá diariamente, alternando los residuos “verdes” con los “cafés”. Cuidaremos que la humedad sea homogénea, si se seca agregaremos agua de a poco, si se pone muy húmeda buscaremos más “cafés” y revolveremos todo para homogenizar.
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