Este jardín se sitúa en la precordillera de Santiago. Como los japoneses no se emboban con las carpetas de pasto, este jardín es una exclamación de calma, simulaciones de islas y agua, y mucha eficiencia hídrica. Obra de la empresa Jardín Japonés.
Bernardo Riquelme, dueño del Jardín Japonés, se entusiasmó con los jardines de estilo nipón luego de estudiar con la maestra Gabriela Vargas, quien escribió el mes pasado en esta revista. Siguiendo su huella, Bernardo Riquelme se ha dedicado a estudiar las características de este estilo. Y nos dice: “En Japón no son obsesivos con la carpeta de pasto, esa fijación que nosotros heredamos de los ingleses. Usan en cambio muchos tipos de gravilla.
-¿Y cómo es el estilo japonés?
-El jardín japonés, a grandes rasgos, es minimalista. Usa elementos naturales de manera equilibrada y justa. Sin desbordes. Te invita a exclamar y contemplar. Hay cuatro o cinco tipos de jardines japoneses. En Occidente conocemos sólo dos: el de agua y los jardines secos.
A continuación les presentamos un jardín diseñado por él para una especialista de la salud. Una siquiatra, para ser más explícito, que le pidió un jardín donde poder dedicarse a la lectura y la reflexión.
Cuenco de agua y piedra donde arrodillarse y hacer una ablución. Esta coposición jardinera se llama Tsukubai. Alrededor hay violas y camelias.
Esta isla es uno de los lugares que usa la propietaria para leer y descansar. La gravilla blanca circundante es una simulación del agua.
Otro rincón del jardín. Se aprecia una Libertia chilensis, más conocida como Calle-Calle, o Tequel-tequel.
El riego de este jardín es con microjet con emisores similares a goteros. Y el consumo de agua es muy eficiente porque descarta las carpetas de pasto.
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