Tercer jinete del Apocalipsis: la sobrepoblación


Retrato del emperador Rodolfo II, de Giuseppe Arcimboldo.

Siguiendo con el análisis de Matt Ridley en la revista Wired, el tercer jinete del Apocalipsis –como denomina simbólicamente a los agentes que hoy parecen llevar al mundo al colapso- vendría a ser la sobrepoblación. Ridley, ex editor de ciencia de la revista Economist y un autodenominado optimista racional (ver su sitio rationaloptimist.com), cita declaraciones de eminencias de la ecología que vislumbraron el acabóse de la India.


El ecologista Paul Ehrlich, que vaticinó en los años 70 cientos de millones de muertos por hambrunas, viajando por India en 1968 hizo un sombrío diagnóstico descrito en su libro La Bomba Demográfica: “Las calles de India estaban vivas de gentes: gente comiendo, gente lavando, gente durmiendo. Gente de visita, dando argumentos, gritando. Gente agolpando sus manos sobre la ventana del taxi, pidiendo. Gente defecando y orinando. Gente subiendo a buses, gente acarreando animales. Gente, gente, gente, gente”. Sus conclusiones fueron aterrorizadoras: “La retahíla de eventos que llevarán a la disolución de India como una nación viable” estaba en camino.

Mientras que Denis Hayes, organizador del primer Día de la Tierra en 1970, escribía refiriéndose a la India también: “Es demasiado tarde para evitar una hambruna masiva”.

Y William y Paul Paddock, autores del best seller Hambre-1975!, sostenían que enviar comida a India era un error y sólo aplazaría lo inevitable.

Churchgate Train Station, India, 1995. Fotod e Sebastiao Salgado.
Matt Ridley, en cambio, dice que lo que finalmente ocurrió con India fue un proceso distinto. Disminuyó el índice de muertos por desnutrición. Incluso el hambre se volvió rara. El crecimiento demográfico disminuyó a la mitad, básicamente, esgrime Ridley, gracias a que como disminuyó la tasa de mortalidad infantil, la gente dejó de tener tantos hijos.  

Paralelamente, en los últimos 50 años la producción mundial de alimentos per capita se ha duplicado. Incluso el precio de los alimentos bajó a niveles récord a comienzos de los años 2000. Aunque eso ha cambiado los últimos años, pues una parte de esa producción ha sido destinada a la elaboración de biocombustibles.

Los índices de natalidad han disminuido en todos los continentes, dice Ridley, y si bien la población mundial se cuadruplicó durante el siglo XX, ve muy difícil que se duplique ahora. Es más, la incorporación de semillas, fertilizantes, pesticidas, transporte y riego en África, el mundo podrá alimentar eficazmente a nueve mil millones de personas el año 2050, y en menos hectáreas que las que se usan hoy para alimentar a siete mil millones.

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