El regreso de los faraónicos invernaderos tropicales
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| Invernaderos del futuro, proyecto Edén |
El furor por los grandes invernaderos partió hace más de un siglo gracias a los botánicos viajeros que quisieron replicar en Europa lo que sus ojos vieron en los confines del mundo. Entonces se hablaba de colecciones de plantas exhibiendo ejemplares. Pero el concepto de grandes invernaderos ha cambiado y hoy más que discurrir sobre colecciones de plantas, se habla de ecosistemas, explicando el rol de cada planta, su lugar geográfico y su evolución.
El Museo Nacional de Historia Natural de París autorizaba el acceso público a dos de los cuatro grandes invernaderos que tenía. Hoy autorizó el ingreso a los dos. Un invernadero exhibe un ecosistema desértico, otro ilustra la evolución de las plantas y subraya el papel esencial del agua. Un tercer invernadero está dedicado a los bosques de Nueva Caledonia, un territorio francés en Oceanía. Sólo el invernadero mayor no ha cambiado con su flora tropical.
Justamente la curiosidad por la naturaleza tropical encerrada en estos invernaderos había pasado de moda. Debido a la multiplicación de los viajes, las fotografías y los videos la gente tuvo acceso a esos ecosistemas. Pero eso parece estar cambiando. Basta fijarse en dos monumentales casos: los 11.000 m2 de bosques tropicales bajo una bóveda de vidrio de 30 metros de altura que luce el Zoológico de Zürich, donde conviven plantas y animales; y el ciclópeo Proyecto Eden en Gran Bretaña, que contiene el parque tropical más grande del mundo. El Parque Eden tiene dos invernaderos, el otro es de clima mediterráneo. El proyecto Eden es un parque temático sin fines de lucro.
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| Jardín Zurich |
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